18 de octubre de 2015

La tesis de Nancy, Ramón J. Sender

Hola otra vez.
Llevo un mesecito algo agitado entre el trabajo y algunos compromisos que me han ido surgiendo, pero por fin puedo sentarme frente al ordenador y hablarte del último libro que he leído.
Lo he acabado de leer hace a penas unos minutos, y he querido escribir esta entrada de inmediato para poder dedicarme a otros menesteres esta tarde. Siento no poder pasar más tiempo contigo hoy, pero cuando la agenda está apretada, incluso los domingos son días laaborales.

El libro se titula La tesis de Nancy, y es, por lo que me comentó un compañero de trabajo, el único libro de Ramón J. Sender que podría calificarse de divertido. No he leído nada más de Sender, pero mi compañero parecía bastante seguro de lo que decía. Por lo visto, Sender escribió muchas obras históricas, en las que destacan temas como la guerra civil, el anarquismo y demás movimientos revolucionarios, e incluso realizó varias autobiografías. Vamos, que era bastante serio.

Sé que este libro resalta bastante en mi lista de lecturas porque, bueno, es la primera obra española de la que escribo en el blog. Obviamente, no es el primer libro de la literatura española que leo (he crecido y estudiado en España, por favor), pero sí es la primera reseña que hago en el blog sobre un libro de nuestra literatura. Reconozco que hacía muchísimo tiempo que no leía algo que no fuera una traducción. Ya sabes, mis intereses me empujan fuera de la frontera. Sin embargo, nunca le he declarado la guerra a la literatura escrita en español, es más, debería leer más en mi lengua materna.

Bueno, dejemos este tema a un lado. El libro me lo recomendó mi madre. Por lo que ella me contó, fue el primer regalo que le hizo mi padre (ay, qué bonito) y aún lo conserva con mucho cariño. El libro se publicó por vez primera en 1962, pero creo que esta edición es del año 1985. Podrás comprobar la estado del libro en la foto que adjunto en la entrada. El título es prácticamente ilegible, pues ha desteñido y se ha mezclado con el color de la portada.


¿Lo ves? Yo tampoco.
El libro es una recopilación de cartas escritas por Nancy, una joven estadounidense que llega a España, y, más concretamente, a Alcalá de Guadaira (Sevilla), para escribir su tesis doctoral. Estudia filología y antropología, y su objetivo es redactar una tesis sobre los gitanos consiguiendo la información de primera mano. A pesar de hablar castellano casi perfectamente, la chica no capta algunas expresiones, dichos, juegos de palabras y demás giros lingüísticos que los andaluces emplean al hablar, por lo que resulta divertido leer las explicaciones y razonamientos (la mayoría equivocados) que hace para explicárselo a su prima Betsy, la destinataria de las cartas.

Los primeros capítulos me hicieron gracia por los enredos mentales y los equívocos de la chica, pero el resto del libro, al ser más de lo mismo, cansa un poquito. Claro está que no todo el libro trata de los problemas de comunicación que se plantean. También está el día a día de Nancy, sus viajes por diferentes pueblos de los alrededores, las reflexiones históricas que hace, la gente que conoce...
Podría decirse que hay tres opciones de lectura: la primera, centrarse en los equívocos lingüísticos de la protagonista; la segunda, centrarte en las acciones y acontecimientos que narra; y la tercera, no centrarte en nada (o en todo) y leerlo como cualquier otro libro.

Es bastante entretenido, de verdad, pero ten en cuenta que habla de una época algo alejada de la actual. Con esto no quiero tachar a nadie de viejo, oye, simplemente advierto que el país y la sociedad española de los años sesenta no son iguales a los del siglo XXI. Mientras tengas esto en cuenta, podrás disfrutar el libro tanto como quieras.

A mí me ha parecido interesante, pero creo que no lo volvería a leer. O quizás sí, pero sólo algunos fragmentos.