¿Me creerás si te digo que hace semanas que ansío escribir en el blog?
Pues deberías, porque es la verdad. He estado trabajando a destajo este último mes y pensaba que no podría ofrecerte ningún libro en junio, tal y como me pasó en mayo, pero... ¡descubrí que no!
Esta vez te traigo un libro relacionado con mi trabajo. Se trata del número 24 de la colección La Herejía de Horus, de Warhammer.
Siento no traerte la portada esta vez, pero lo leí como e-book y no llevaba portada alguna. Lástima. Sin embargo, si te resulta familiar este tipo de lecturas sabrás como suelen ser las ilustraciones: épicas, con mucho movimiento, colores vibrantes y sangre.
No es el primer libro de Warhammer que me leo, la verdad, aunque sí que es el primero que me leo entero. No es porque los anteriores no me gustasen, simplemente me quedé por el camino y olvidé retomarlos. Supongo que algún día los acabaré.
En este número, la acción se centra en tres capítulos de Marines Espaciales: los Devoradores de Mundos, los Portadores de la Palabra y los Ultramarines. Los dos primeros, partidarios de Horus y su rebelión contra el Imperio, viajan a través de Ultramar para aniquilar y destruir todos los mundos que están bajo el dominio de los Ultramarines, capítulo que se mantiene leal al Emperador.
Está dividido en dos partes: en la primera, atacan el mundo de Armatura y, en el segundo, Nuceria. Lorgar, señor de los Portadores de la Palabra, un erudito muy místico, está componiendo la canción de la disformidad para poder atraer los poderes de los Cuatro Dioses del Caos al mundo material mientras Angron, señor de los Devoradores de Mundos, gladiador y combatiente algo asalvajado, intenta no sucumbir bajo los maquiavélicos Clavos de Carnicero, que le están destruyendo el cerebro y le hacen perder el control de su cuerpo y mente. Y mientras tanto, batallas, naves espaciales, sangre y muerte por doquier.
No soy una aficionada a las figuritas ni nada, pero reconozco que las novelas son bastante entretenidas. Tampoco soy una experta en este tema, sinceramente, pero le estoy cogiendo el gustillo. Ya sé que, ya puestos, debería haber empezado por el primero de todos ellos, Horus, señor de la guerra, pero cayó en mis manos este. No me juzgues, algún día lo leeré (o eso espero hacer).
La verdad es que es un tipo de fantasía épica/aventura/ciencia-ficción (¿cómo lo catalogan?) que al principio puede desconcertarte, especialmente si no conoces el universo en el que transcurre toda la dilatada y detallada historia, pero si decides comenzar en este mundillo, pues no está nada mal.
Por si te lo preguntas, lo leí en inglés, porque a España no llegará hasta septiembre, según tengo entendido.
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