14 de abril de 2015

El giaour, Lord Byron (Vampiros)

Buenas otra vez. Me hubiese gustado escribir esta entrada antes, pero me ha sido imposible, han sido unos días un tanto ajetreados por aquí. Sin embargo, no te vas a librar de mí aún, porque puedo prometer y Prometeo* (ay, qué chistoso, ¿verdad?) que hasta que no acabe la recopilación de vampiros no voy a abandonarte. A ver, a ver, no estoy diciendo que vaya a borrar el blog una vez acabe este libro, sólo digo que acabaré este libro aunque tarde un año en hacerlo. Ya sabes, a veces no me explico bien, por no decir nunca. Suelo vomitar todo lo que me viene a la mente y por eso resulta tan confuso leer lo que escribo, no tengo autocontrol.

Hoy, porque sí, porque ha tocado, me toca hablar de El giaour, un poema de George Gordon Byron, más conocido como Lord Byron. Sí, uno de los escritores románticos más conocidos (especialmente por sus extravagancias).
La historia que relata el poema se centra en una mujer a quien han lanzado al mar por adulterio y la venganza perpetrada por su amante contra el autor de tal acto. Como consecuencia, y tras arrepentirse de haber matado a dicho hombre, el amante es condenado a convertirse en vampiro una vez haya fallecido y a devorar las almas de quienes ha amado en vida.
Reconozco que al principio no entendía nada. Al estar escrito desde tres puntos de vista diferentes y en fragmentos desiguales, me perdía y no sabía muy bien qué estaba pasando ni quién estaba hablando. Aún así, al seguir leyendo ya me hice una idea y conseguí comprender el final. Para los aficionados a la poesía estoy segura de que será una delicia leerlo. Por mi parte, admito que, a pesar de estar muy verde en esto de la poesía, me ha gustado la historia, más que nada porque la literatura romántica me suele gustar.

Busqué información sobre la palabra giaour porque no la había oído en mi vida y aquí está lo que he averiguado (gracias a Wikipedia, Wiktionary y a dictionary.com): se trata de una palabra procedente del turco que significa "no creyente" o "infiel", referida principalmente a los cristianos, es decir, a los no musulmanes, en un tono despectivo. En la historia, el giaour es un joven veneciano que se venga de los que han lanzado al mar a la muchacha y estos lo llaman de este modo, ya que no es turco y, por tanto, musulmán, como ellos (me imagino que será por eso).


El asterisco (*) que arriba he utilizado era para explicar aquí que el juego de palabras que he escrito antes es un guiño a otra de las obras de Lord Byron, Prometeo, escrita en 1816. No la he leído, sinceramente, pero me hacía ilusión hacer el chiste.

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